En Castellano

Juan José Padilla « luchar, avanzar, disfrutar »

Juan José Padilla « luchar, avanzar, disfrutar »

Fue el ciclón, se convirtió en el pirata. Estuvo a punto de morir en la plaza en más de una ocasión. El toro lo castigó duramente, lleva las cicatrices, y sin embargo, se considera un hombre afortunado y privilegiado. Juan José Padilla no es un personaje común ni complaciente. Hoy se encarga de la carrera de Martín Morilla. Era la ocasión perfecta para que Tertulias recogiera las palabras de aquel a quien incluso el Papa quiso conocer. ¡Adelante con una entrevista a corazón abierto!

Juan José Padilla
¿Cuándo decidió poner fin a su carrera, fue una decisión fácil de tomar?

Bueno, fue una decisión tomada, primero por honestidad y por respeto a mi profesión. Me había causado en algunas ocasiones, la facultad de me habían fallado en algunas ocasiones. Eso no se había notado porque esas ocasiones son como algunos vértigos que me estaban dando por el tema del oído y yo salía con una preocupación a la plaza. He sido, y me considero siempre, un torero con una entrega total al toro, por el respeto al público y me di cuenta que no quería defraudar al público ni a mí mismo porque podría parar la temporada o cortarte corrida y dejar a las empresas de alguna forma estirada. Mis facultades podrían perjudicar a mi trayectoria, una trayectoria muy importante. Así que decidí retirarme por esa falta de confianza en las facultades que ya necesitaba yo para estar a ese nivel que había estado siempre.

Le ayudo su familia y su entorno. ¿no?

Bueno, ellos no se lo esperaban porque, claro, eso no se notaba, era una percepción mía. Claro, historiando ese número de corrida y estando en el nivel ese, pues no se lo esperaban ni mi apoderado, ni mi familia. Fue una decisión tomada desde la mayor sinceridad hacia mí mismo. Creo que lo hice en el momento acertado y adecuado para retirarme.

¿ Hoy, le echad de menos a torear al reconocimiento y al cariño del público?

No lo he hecho de menos, porque yo desde que me he retirado, siento el cariño, respecto. Parece que estoy todavía en activo. La gente me quiere mucho, me solicitan a muchos sitios, la verdad que eso es, para mí, lo más maravilloso. Si te digo la verdad, ponerme adelante el toro, pues igual si te digo que no, estaría mintiéndote, porque es algo que lo he vivido durante toda mi carrera, que han sido más de cuarenta años dedicado a la profesión. Se echa de menos ponerse delante del toro, ponerse delante de la becerra en el campo.

Pero como lo hice con total convicción y sin querer defraudar al público, pues siempre pienso que volver no quedaría en mi honestidad. No sería yo honesto con la despedida tan maravillosa que he tenido por todas las plazas. Así que yo me alimento de la afición, de los compañeros, de las corridas las que puedo, si mi tiempo me lo permite, presenciar. Estoy en un entorno que me apasiona, que es el toro, y ahí voy suplementando esa situación.

De todas sus heridas, la de Zaragoza fue la más impactante. ¿Cómo se logra superar las secuelas físicas y psicológicas de un accidente así?

He sido un hombre religioso, un hombre de fe. Tenía claro siempre la profesión que había elegido con una profesión de mucho riesgo, una profesión en la que se sufre de verdad, se siente de verdad y se muere de verdad. Y estaba dispuesto a entregar mi vida por ella. 

Lo que ocurre es que sí es cierto que ya con un bagaje largo y con muchas cornadas y muchas tardes, no me esperaba este percance de tan manitud. Había tenido cornadas muy graves como la de Huesca, que fue una cornada tremendamente grave. Sinceramente, esa cornada a mí me causó, quizás, lo menor, casi, pierdo la temporada y me tengo que retirar de ella. La de Huesca ha sido trascendental, ha trascendido mucho. Con esa cornada he tenido la verdad que momentos difíciles, pero siempre con la fe, puestan en volver a reaparecer.

Cuanto menos, yo pensaba siempre en ponerme el vestido de torear para torear 10 o 12 corridas o algunas para ganar esa batalla, para ganar esa pelea en la que todo el mundo pensaba que yo no jamás volvía a torear. Después de la cornada de Zaragoza había gente que decía que sí, pero la mayoría decía que ya no torearía más.

Yo me preparé, me mentalicé. Me ayudó mucho mi mujer, mi hijo, me apoyaron en ese sentido. Estuvo en contra de mis padres, de mis hermanos y algunos compañeros. Algunos compañeros querían que me retirarse del torero, que se me hicieron festival, un homenaje. Yo antes quise resurgir, de entrenar con niebla, volver a hacer el paseíllo. Volver a hacer el torero, que había sido en los años anteriores.

¿ Son amigos de verdad al final porque le dan igual que torees. Ellos te quieren nada más. Todos los compañeros no son así!

Estoy agradecido también, porque tengo la suerte de tener muchos amigos en la profesión, compañeros que he compartido grandes momentos dentro y fuera de la plaza. Todos los que venían a visitarme me apoyaban para que me retirara, para que pudiera tranquilidad con las familias, que podría hacer otras muchas cosas. En mi interior había algo que me llamaba mucho la atención, el tener que dejar el toreo por este percance, no, había perdido uno. Pues había perdido la audición, había perdido facultades físicas, pero ante esa adversidad había que ser resiliente y habría que tener fuerza interior y mucha fe para poder alcanzar esa meta que me propuse.  El hombre con tenacidad, con esfuerzo y con sacrificio, todo lo puede conseguir.

¿Le vi en una foto y dice usted que tiene mucha fe. Como fue la suerte y la oportunidad de encontrar el papa?

Sí, efectivamente. Luego, creo que fue una bendición de Dios. Más que suerte, fue un regalo de Dios.  Yo tenía pensado, bastante tiempo antes, ir a visitar a su santidad. No se pudo organizar, pues estaba en temporada también. Y curiosamente, su santidad, en paz y descanse, después de mi cornada de Zaragoza, se preocupó mucho por mí. Preguntó mucho a los cardenales de España cuando tenían reuniones y convocatorias.

Y fue que solicitó una invitación. Aquí, a Madrid en Guadalajara en una congregación. Pidió, se preocupó, y me invitó. Tengo la carta de invitación de su santidad. Tuve la suerte, después de mi retirada de poder visitarlo, fue el marzo del 2019, con mi esposa, Lidia, y con mis hijos. Y esa ha sido lo más maravilloso del mundo, tener a su santidad frente a mí, a mi familia, bendecir a esas imágenes, a esas medallas que tengo conmigo y a mi familia. Ahora que fue un regalo de dios, porque fue el momento clave después de toda una retirada y una trayectoria. La verdad es que me siento, sobre todo por haberlo compartido con mi mujer y con mis hijos, que han sido para mí, fieles estandartes en mi carrera.

Después de tantas jornadas que le pueden quitar la vida ¿qué es lo que más se valora en la vida?

Valoró que Dios, después de todas estas circunstancias, pues haya querido darme oportunidades de nuevo, porque cada vez que he despertado una cornada, en un hospital intubado y con todos los maquinarios y viendo el techo del box en la UCI, le daba gracias a Dios por haberme dado otra oportunidad. Valoró la ciencia de la medicina, que está muy avanzada, y que por eso quizás he tenido esas recuperaciones tan rápidas.

Consideró el cariño y el amor que prestan los fisioterapeutas y los profesionales para tener una vida un poco más cómoda y que se te haga la vida más bastante mejor. Valoró mucho el apoyo y el cariño que he recibido de toda la sociedad, de todo el mundo del toro, que ha sido descomunal. El sentido, el cariño de todos los aficionados, incluso que los que no son aficionados o no son taurinos, pero he sentido mucho apoyo. Eso es lo que realmente valoró, agradezco y jamás voy a poder olvidar. 

Como también valoró, las empresas que después de la cornada de Zaragoza jamás me ofrecieron ninguna corrida dura. Sabes que yo he tenido dos etapas en mi trayectoria, y la primera era clasificada en las corridas duras, como la de Miura, Vitorino, Cebada, todas estas corridas que venían matando y cuando reaparezco las empresas, siempre me han ofrecido un puesto en esas corridas más amables, en las corridas que era difícil de que pudiera entrar. Por este percance ha sido como una gratificación y eso lo valoró mucho el reconocimiento.

¿Qué prefirió al final: su primera etapa profesional, marcada por toros duros y cogidas, o la segunda con toros más comerciales, carteles de figuras, pero convertiendose al pirata?

Sinceramente, y hablo con toda la sinceridad, yo estaba muy orgulloso de mi carrera, como la llevaba, y estaba feliz matando las corridas duras. Ahí me había hecho un hueco importante en todas las ferias. Estaba respetado desde Castellón hasta Zaragoza todos los años. Yo defendía esa tauromaquia, esa entidad mía, esa personalidad mía, y me sentía fuerte, mentalmente, físicamente, y, a más, me preocupé en cambiar la trayectoria por otras corridas. Es cierto que antes de la cornada yo había pensado en retirarme, porque quería también dejar el listón alto. No quería bajar el número de las corridas, porque también me ha matado a una 800 corrida ya de esas ganaderías.

Tenía un camino hecho bastante importante, pero nunca me preocupé. Te digo la verdad, yo cuando mataba una corrida de las figuras y unas corridas de otras características, era nada más que mi tierra, en Jerez. Claro, a nadie le ama con dulce. Pero al no tenerlo, no me frustraba. Yo era un entorno que no me sentía frustrado, todo lo contrario, me sentía orgulloso de ser recibido con el clamor que era recibido con esas corridas duras en toda la serie, como se ve en Pamplona, en Bilbao, en Sevilla, en Mont de Marsán, en Logroño, en Bayona, en Lima, en todas las plazas, por tanto, me sentía orgulloso.

El Pirata

Lo que ocurre es que, después del percance, hay una etapa en la que, Dios quiere mirarme de alguna forma y sentir, a partir de esa etapa, la parte amable del toreo. La parte amable para mí consiste dentro de la responsabilidad que conlleva a torear con las figuras y con esas corridas, porque, dicho sea de paso, si no soy capaz de defenderla, pues también me voy a ir a mi casa, eso está claro. Pero tuve la oportunidad, aproveché ese momento y luego fueron siete temporadas seguidas, más de 500 corridas. Fue un orgullo para mí entrar en ese número, en ese núcleo y en ese circuito de corridas. Pero nunca me sentí frustrado, habrá que nunca, siempre me sentí orgulloso de las dos etapas.

¿Cómo se vive en el día a día con una cornada de espejo?

Sinceramente, a mí personalmente no me causó ninguna depresión. No me causó ninguna sensación desagradable. Lo que si sentí mucha pena y me sentía bastante apenado, porque sí sabía que había hecho mucho daño a las personas que me quieren, mis hijos y a mí mismo, las personas que están cerca los sufrieron más que yo. Yo de alguna forma me sentí orgulloso, porque un toro me había pegado una tremenda cornada, que podía haber perdido la vida, sin embargo, estaba vivo y podía volver a torear.

Pero estas secuelas que han marcado mi cara y han marcado una nueva imagen, pues le han marcado mucho a compañeros, a familia. Yo recuerdo Sebastián Castella entró en el hospital, ahí sin tratarme, se quitó su medalla para darmela, y él no podía estigular palabra llorando. Y eso para mí me causó una gran pena, saber que había hecho daño a mis compañeros. Quizás a mí, no me dolió tanto como a la gente que me quiere y que me han ayudado, eso es lo que me causó más dolor.

¿Le guardó rencor a Marqués, que lo dio la cornada?

Jamás, porque Marqués cumplió con su obligación. Marqués, todos los toros salen a coger y salen a defenderse y la obligación del torero puede intentar y evitar esas jornadas o entregarte en cuerpo y alma y aún sabiendo algunas veces, porque yo sabía que Marqués me iba a coger en ese par de banderillas. En varias ocasiones había que lo por delante y sabía que me iba a coger. Lo que no sabía era el daño que iba a causar ni la gravedad de la cornada.

Pero era consciente de la cornada, era consciente de la cogida. Al menos de la cogida, no de la cornada, ni del alcance de la cornada, pero sí de la cogida. A Marqués, no le puedo guardar rencor, al toro no le puedo guardar rencor, porque siempre, de alguna forma, me ha rentabilizado y digo rentabilizado no económicamente. Te quiero decir, en la rentabilización, en el respeto, todas las cornadas para mí son medallas y en esta ocasión ha sido un sufrimiento, pero como siempre digo pero lo he asimilado como parte de la gloria. Siempre he visto y he entendido el sentido que el toreo requiere esfuerzo, requiere sacrificio y requiere también pagar el tributo de las cornadas.

¿Cómo se siente hoy?

Bien. He tenido ahora últimamente dos intervenciones del oído, porque sigo manteniendo ese, desgraciadamente, esa patología que es la pérdida del audición. Está totalmente perdida, pero eso causa unos ciertos vértigos, por lo cual he tenido dos intervenciones las que son bastante severas y poder seguir avanzando y evolucionando. Físicamente me cuido, que me gusta cuidarme físicamente, me gusta también cuidarme en la alimentación y me siento bueno, porque en algunas circunstancias me reconforto mucho, o ver a mis hijos crecer, ver a mi mujer feliz, a mis padres. Me siento feliz dentro de las circunstancias que en algunas ocasiones tengo que luchar y tengo que avanzar y tengo que pelear contra ciertas circunstancias que aún todavía que en secuelas.

Juan José Padilla, si no hubiera sido Torero, ¿quién sería?

Panadero, seguramente, porque ya sabéis que mi vida, en mi inicio fui panadero. Mi padre era Panadero, y por generación yo trabajaba en el pan. Tenía claro que si la suerte no me acompañaba, tenía que seguir trabajando en la Panadería. Jamás planteé ser banderillero. Ya que tenía claro que tendría que ser torero, que tendría que llegar a ser un torero importante y querido y respetado. Hubo muchos momentos en los que, de novillero con picadores no toreaba pena.

Me sustenté con la cuadrilla de Javier Buendía, el rejoneador, para salir de sobresaliente con él. Que me sirvió mucho, me vestía de torero y hacía quite a los toros, los mataba también cuando él no podía meterle en rejón de muerte, porque el hombre tenía un problema de espalda y no se bajaba del caballo. Había momentos en los que, se me ofreció también ser banderillero de algunas cuadrillas y yo quería luchar por conseguir… Como que era ser el torero y era funcionar. Y esa lucha, que hay esa tenacidad y ese ejercicio, pues tuvo su recompensa.

MARTIN MORILLA
¿Qué le llevó a convertirse en apoderado?

Bueno, primero, por agradecimiento a lo que he recibido. Soy una persona que soy agradecida. He recibido mucho más de lo que me imaginaba en el toro. A mí me han ayudado muchísimo para salir adelante. Lógicamente, sería egoísta de mi parte, apartarme del mundo del toro, y no estar aportando mi granito humildemente, mi granito a alguien que realmente lo necesita.

Si te digo la verdad, he tenido ofrecimientos de matadores de toros, que están en buen momento para poder hacerlo. He preferido siempre dar un pasito, y una fuerte vuelta de tuerca a chavales que le deo condiciones, cualidades y trabajar por ellos para el futuro de la fiesta. Es por lo que, en este caso con Martín Morrilla, me tiene apasionado, me tiene ilusionado y estoy convencido que puede llegar a ser el futuro del toreo.

¿Qué les enseña a estos?

Yo suelo tener siempre unas reuniones con el torero. Hablo mucho con el, principalmente porque quiero entender que yo en la profesión y mi generación, te hablo de los años 80, aprendí una educación y aprendí unos valores importantes en el toro, unos valores principalmente del sacrificio y el rigor que hay que dedicarle al mundo del toro.

Cuando se torero uno, tiene que tener la capacidad de sacrificio, tiene que tener la ilusión y la dedicación. Luego tiene que reconocer que existe un respeto, que existe unos protocolos y unos códigos en el toreo. Es lo que intento de transmitirle siempre a Martin. Hay que también concienciarlo de las dificultades que atravesamos en estos momentos, desgraciadamente el ataque de antitaurinos, entre ataques de ciertos, no todos, pero ciertos políticos. También nos atacan en las fiestas y lo mentalizo mucho en la dureza, que tiene que tener el torero.

Yo ahí sí que hago mucho hincapié en la dedicación, en el sacrificio y en el esfuerzo, es lo que les transmito, en cuanto al concepto se lo respeto mucho. Hay algunos toreros que tienen sus cualidades, que tienen su capacidad y poco puedo corregirles salvo algunas distancias, salvo algunas veces que hay que realizarse un poco más con los toros pero específicamente la expresión suya es oignata y concretamente Martin Morilla tiene una expresión muy personal. Tiene una gran capacidad y unas cualidades que atesora, unas cualidades muy bonitas.

Después de su primera experiencia que terminó de forma abrupta (Manuel Perera), ¿pensó dejar totalmente el tema?


Para mí la decepción fue que tomara una decisión de hacer un comunicado falso y que hiciera una crítica queriendo emborronar una trayectoria y injuriándome y calurneándome. Eso que tiene delito además, cosa que no cometí el error de denunciarlo, porque no está en mis códigos éticos ni morales. Se pudo demostrar porque soy una persona muy transparente y precisamente si ayuda a los chavales no es por ganar dinero, porque gracias a Dios mi vida me ha recompensado para vivir cómodamente y tengo paralelamente una vida laboral en la que me deja vivir cómodamente económicamente y lo que hago es siempre aportar a los chavales.

A este chaval le ayude mucho, dicho sea de paso en todos los sentidos, tanto económicamente como en los profesionales. Él se arrepintió mucho, ya me pidió disculpas y tengo una buena relación con él. Yo le perdoné, soy un hijo de Dios y es gusto también que este chaval con esa edad lo habían calentado, lo habían provocado y quizá sea lo mejor se calentara y se precipitó en hacer algo que le ha dañado mucho a su carrera desgraciadamente, porque no le ha beneficiado nada a aquellos comentarios y a aquella situación.

Morilla

Yo nunca he cerrado la puerta a ningún novillero, a nadie, yo después seguido ayudando también, que en cierta manera a otros novilleros que he podido encajarlo, hay muchas ferias porque tengo buena relación con muchas empresas, con muchos amigos, y son muchos novilleros, no quiero dar nombre, pero lo he podido colocar en distintas cosas, hasta que llegó Martín Morilla. Martín Morilla, pues un chaval que conocí en Sanlúcar, que venía a entrenar a Sanlúcar, que su abelo era apoderado de Jesulin de Ubrique. De alguna forma, pude ponerlo como su inicio de entrenamiento, de preparación y de dedicación. La verdad era que era muy interesante. Cuando se quedó sin apoderado, pues me pidió la ayuda, por favor. Me fui ilusionando. Como vuelvo a repetir, estoy agradecido al mundo del toro. Creo que es importante, es potencial a los chavales que tienen cualidad, pues ahí sigo ilusionadísimo.

¿Cómo le explica las etapas indispensables para crecer y superarse a su mismo?

Este chaval que yo, cuando lo había apoderado, había toreado solo tres novilladas con picadores, que es un paso bastante exigente, porque hoy en día, el chaval tiene poca oportunidad. Esa poca oportunidad hay que aprovechar, claro. La mentalización es muy clara, porque él puede explotar y bien que lo hace su identidad y el concepto del toreo.

Tiene que ir el concepto del toreo unido también a unas cualidades que llaman la atención, ya no por ese concepto, sino también por una entrega, la titule importante en el toreo y una personalidad.  El toreo tiene que hasta usar impresión y impacto en la plaza a los tendidos, también con el concepto suyo, pero también bien con esa entrega. A los chavales, el público se lo podrá perdonar también mucho en errores, porque son principiantes, pero lo que no se le podrá perdonar es que no se entrega en cuerpo y alma delante de un novillo.

El torero está entregado en cuerpo y alma al novillo y dedicado y entenderme que tiene que entregar su vida para poder avanzar y poder evolucionar. Es lo que intentó mentalista la matrimonía y que las oportunidades no son fácil poder tener planteamiento de temporada en su movimentía, prácticamente lo tiene gracias al novillo y me digo con humildad que tiene que aprovecharlo, o sea que ahí hay que aprovechar esas cualidades ignatas del concepto del toreo que tiene, pero aparte tiene también que aprovechar y tiene también que imprimir este carisma, ese entrega y que la gente tiene que estar leyendo. El toreo del novillo no le ha servido, no le ha valido para el concepto suyo, pero el tío ha demostrado una entrega y una ambición.

Es dificil a enseñarle todo eso?

Es difícil porque, claro, se lo puede decir, como cuando yo le digo que tiene que entrar a matar de una forma. Que él, sí también trabaja mucho con él, él lo hace perfectamente en el carretón. Pero lo tome en algunas ocasiones, por circunstancias, no salen las cosas como lo quiere. Esto requiere trabajo, esto es tiempo, requiere una paciencia con ello y ver que la cuestión está en la confianza y entre él poco a poco va queriendo esta confianza.

Para funcionar en el mundo del toro, lo importante es que los chavales tengan unos grandes conocimientos de los encastes, de las embestidas y de lo que ocurre. Lo que le está portando el novillo, o sea, hay que sacar siempre la parte positiva de los novillos. Un chaval si tiene esa cabeza privilegiada de saber y de conocer dónde tiene que apretar, si tiene que bajar más la mano, no la tiene que bajar menos, y no hay que decírselo porque el chaval lo tenga. Hay muchos chavales, muchos novilleros que ya lo tienen, que eso es fundamental.

El novillero tiene que desarrollar en esos 10 minutos todo lo que le está regalando, todo lo que le está ofreciendo el novillo, y para ellos son novilleros con cabezas privilegiadas.

¿Martín va a torear varias veces en Francia ?

Tengo que agradecer a Garlin que se hayan acordado de Martín Morilla para incluirlo en esa fiesta campera matinal. Con toda la humildad, porque ahora mismo no teníamos, fui a esa novillada, a esa mano-a-mano competitivo en la fiesta campera, que ganó, luego ganar y todavia la novillada. Esto ha sido muy importante. Le abre el campo en Francia. Ahí ha ayudado mucho para poder estar en la Feria de Mont De Marsan, en la Feria de Beziers, poder entrar en Bayona y, si Dios quiere, que ojalá, se pueda cerrar la Feria de Dax, que también estamos pendientes. Creo que el campo de Francia se le ha abierto muy importante en plazas de primera y con una gran repercusión.


¿Qué representa Francia para un torero español?

Hablo en lo que he vivido de sentido, hablo de los años 90 y 2000. Para mí representó muchísimo porque mi primera corrida después de Pamplona fue Mont de Marsan en una sustitución. Yo sustituí al Tato, una de Vitorino, Y corté cuatro orejas. A mí se me abrieron todas las puertas de todas las ferias.

La afición de Francia es una afición con honestidad, con respeto, con rigurosidad, pero muy agradecida. Además es una afición que es muy seria en el sentido de recompensarte. Y te recompensa, sinceramente, es muy justa. Francia hoy por hoy se está considerando un potencial en el mundo del toro y digo que Francia está creciendo mucho, no solo en la afición que de posible muestra cada vez una mayor rigurosidad, seriedad, formalidad. De hecho se ve como el crecimiento o de las ganaderías van avanzando cada vez más, las ganaderías van funcionando cada vez mejor

PAMPLONA
Tiene una relación muy especial con Pamplona, ¿cómo la explica?

Pamplona se necesitó mucho para mí. Cuando llegué a Pamplona estaba considerado un torero de torear en pueblo. No había toreado en ferias importantes. Lo único que había tenido, había sido una corrida en Sevilla en el mes de mayo, después de la feria. Por cortar una oreja a un toro de Carlos Nuñez, y una vuelta al ruedo después de petición, la Casa de la Misericordia, la Meca acordó de mí. Me dio una oportunidad tan maravillosa que sería el 11 de julio del 1999 de la corrida de Miura. Yo tenía claro que era un torero que ahí encajaban esa corrida. A partir de ahí ya hubo una salida a hombros con tres orejas, triunfador de la feria, al año siguiente de nuevo también, triunfador de feria, y ha sido un “feeling” muy importante.

Esos lazos están estrechos con la afición de Pamplona, con las peñas, con todos los aficionados. He tenido el cariño también, por supuesto, de los organizadores, de los señores que han estado al frente, de las contrataciones, Eduardo Salinas, José María Marcos, de todo el equipo que prácticamente han. Entonces he tenido ese cariño y esa posibilidad de no fallar nunca Pamplona. Pamplona me lanzó a toda la feria, a la zona, Pamplona me catapultó en todas las plazas del norte de España, de Francia, de América, y yo siempre estaré agradecido a esa oportunidad de Pamplona.

Allí es considerado una auténtica figura, ¿cómo se siente al ser un héroe para miles de personas?

Me enorgullece mucho, haber recibido o haber contactado, haber congeniado y haberme integrado de esta forma con Pamplona. Yo he sido, y sigo haciéndolo cuando voy a Pamplona, la gente me quiere muchísimo, prácticamente no me dejan dar un paso porque quiere hablar conmigo, echar conmigo un rato, y esto se agradece mucho.

©️Jesús Diges
¿Como lo vive tu familia cuando viene en Pamplona contigo?

Mi esposa, mis hijos lo viven con gran orgullo. Se sorprende muchísimo, porque es normal que se sorprendan, porque es algo brutal, el cariño de la gente. Les recuerdo que todo el mundo tiene tan patente de mis tardes, de muchas tardes y de salidas a hombros, que sobre todo algo que impacta mucho fuera de tu vida. Esa me entre mil personas y ya no te vayas. Eso fue algo que no voy a olvidar jamás en mi vida.

La tauromaquia en Pamplona, como en muchos lugares de España, se ha convertido en un asunto político. ¿Qué opina de la reflexión del nuevo alcalde sobre las sanfermines sin toros?

Hay que decirse que me parte el corazón, que está este intento de ataque. Digo intento porque no vamos a dejar que nos subestimen ni que nos cobrate nuestra libertad, por lo que no deberíamos dejarlo. Yo estoy muy vinculado a Pamplona y doy la vida por Pamplona, sea que cuando siento este ataque por parte político y quieren censurar la fiesta en una tierra la que no solo da las posibilidades para engrandecer el mundo del toro con esos carteles de grandes ganaderías y de grandes fibras del toreo que vienen todos muy motivados a Pamplona.

Aparte hay una ilusión añadida a todo el mundo entero, a todos los países del mundo que quieren a disfrutar de esos encierros de esta fiesta y de este espectáculo único. Yo creo que querer destruir de alguna manera algo con tanta traigo, para mí no es inentendible y, por supuesto, inadmitible.

¿No cree que el mundo del toro debería abordar el tema y alertar a la opinión pública antes de que sea demasiado tarde?

Creo que el colectivo taurino, el colectivo de profesionales ahí deben de aportar y que hay que aportar y unir nosotros por defensar de esta en el mundo en general. Concretamente en Pamplona no se debería sentirse solado en ese sentido. Debemos tener la capacidad de programar algo en el que podiamos potenciar desde las grandes figuras del colectivo con todo el respeto, todo el escalafon, pero todos gananeros, profesionales, matadores, empresarios, todos ahí, hemos dado aportar a una.

Ahí debemos de aportar y dar la cara a inidiscencia de palcosos. Yo estoy aquí para ser primero en aportar el espíritu de arena en los que hagan parte de Pamplona. Doy mi corazón y mi vida por Pamplona.

Piensa, en general, que la tauromaquia está en peligro en España?

Bueno, no en peligro de que se pueda. Estamos atacado, yo creo que no se perderán. En cierto modo, estamos viendo un revulsivo importante en la juventud.

La nueva generación tiene ganaderos, periodistas, empresarios que tienen grande potencial. Eso unido a esta generación que ha vivido otras épocas. Creo que sería interesante ir bebiendo de esa fuente tan importante, y a los resultados también puede haber remito. Creo que la fiesta no va a ser de equilibrio por muchos ataques que quedamos en distinto, yo creo que se podría estar en él, que nos están queriendo invadir, pero no están pudiendo, porque nosotros no debemos dejarlo, ni quedarnos.

En definitiva, ¿la tauromaquia es más de derecha o de izquierda?

Es de derecha y de izquierda. La política, y si hablamos de política, de toda la vida, han integrado la izquierda y la derecha y han defendido el tono de la izquierda y la derecha. Se han visto involucrar la derecha y la izquierda. Ultimamente, bueno, ahora mismo, relativamente, por parte de la izquierda, hay como … aparte de la ignorancia, hay un desentendimiento, no hay una implicación, sino que es, desgradaciamente un ataque en contra. Habló no todos. No quiero cristalizar. Igual que por parte de la derecha, tampoco quiero generalizar.

Tengo grandes amigos políticos que son de izquierda, tengo grandes amigos políticos, son de derecha. La política hoy, no está bien vista en el mundo del toro. Es por lo que creo que se quieren… camufar, no se quieren implicar, desgraciadamente. Pero el toreo, el toreo es puro. La fiesta no es política. La fiesta es una rigurosa, por y para el pueblo. Y el pueblo va, rádicamente, de la mano de la verdad, no de la política.

¿Qué se le puede desear a Juan José Padilla, el hombre y el profesional taurino, para el 2025?

Qué me puede desear? Yo le pido a Dios que principalmente podamos seguir, ya estamos hablando de la fiesta, que es lo que nos alimenta y es lo que nos llena. Yo lo que le pido es que la fiesta pues siga emergiendo. Necesitamos reforzar el escalafón, que se le puedan dar oportunidades a esos chavales.

Para mí personalmente yo no le pido a Dios nada más que me deje con la felicidad con la que vivo en un prisma diferente acá en el que viví una etapa activo. Estoy viviendo top y disfrutando del crecimiento de mis hijos que son universitarios y que ya están sacando sus carreras delante. Que vivo felizmente con mi mujer y me acompaña a muchos sitios, que gracias a Dios mi compromiso laboral y paralelmente al sector del toro, también ella puede acompañarme. Estoy agradecido, orgulloso y recompensado con lo que Dios me tenía guardado. Hoy por hoy me siento preferido.

Gracias maestro por esos momentos.

Philippe Latour

Laisser un commentaire

Votre adresse e-mail ne sera pas publiée. Les champs obligatoires sont indiqués avec *

Verified by ExactMetrics